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Desde Liubliana: Viaje al Lago Bled y al Castillo de Bled
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Considerado uno de los lugares más románticos de Eslovenia, el lago Bled es un destino que ha inspirado a poetas, escritores y artistas con sus bellos paisajes. Este verdadero paraíso se encuentra cerca de la ciudad de Bled, en el corazón de los Alpes Julianos.
Llamado la «Perla de los Alpes» por su belleza natural, histórica y cultural, el lago de Bled recibe cada año la visita de miles de turistas internacionales. Procedente de Croacia, Bled es una parada ideal para pasar unos días inmerso en la naturaleza, ya que es conocido por ser uno de los destinos más verdes de Europa.
Soñado por muchas parejas como destino ideal para una escapada romántica de fin de semana, Bled se caracteriza por un ambiente de cuento de hadas realmente evocador. De hecho, Bled es una pequeña ciudad a escala humana, que puedes explorar a pie o alquilando una bicicleta, y es el destino perfecto para una estancia impregnada de historia, naturaleza y relajación.
El lago Bled es un auténtico paisaje de postal. Esta lámina de agua azul, en la que se refleja el verde de la naturaleza circundante, tiene una pequeña isla en el centro, a la que se puede llegar románticamente a bordo de una «pletna», una embarcación tradicional de madera.
La excursión alrededor del lago es una de las cosas que hay que hacer para descubrir mejor la pequeña ciudad de Bled y admirar unas vistas impresionantes. El recorrido es de unos 7 km y se puede hacer a pie, en bicicleta o en uno de los carruajes tradicionales llamados «Fijakerji».
En el centro del pintoresco lago está la pequeña isla de Bled, la única isla natural de Eslovenia. En la isla se construyó la Iglesia de Nuestra Señora del Lago, de la que se dice que estuvo en el lugar donde antaño hubo un templo dedicado a Živa, la diosa pagana de la vida y la fertilidad. El edificio religioso ha sufrido varias reformas y el estilo barroco actual procede de obras realizadas en el siglo XVII.
Para llegar a la iglesia, hay una escalera de 99 escalones y, según la tradición, si una pareja quiere casarse aquí, es necesario que el novio cargue con la novia para subir todos los escalones. Subir al campanario de la iglesia es una experiencia con una hermosa vista de toda la zona circundante y, según una leyenda, a todos los que toquen la campana se les concederán sus deseos.
Asentado sobre una roca de 130 metros de altura, el castillo de Bled es una de las fortalezas más antiguas de Eslovenia. Sus orígenes se remontan a la Edad Media, y parece que el castillo fue mencionado por primera vez a principios del siglo XI, cuando el rey Enrique II lo ofreció como regalo al obispo de Brixen y a su diócesis.
Se puede llegar al castillo por varios senderos que parten del centro de Bled y serpentean por el bosque hasta la cima, o en coche por una carretera asfaltada. También es posible llegar en bicicleta o mediante un paseo en carruaje. En el exterior, la fortaleza está rodeada de altos muros, mientras que en el interior, el complejo está construido en torno a un patio central.
Aún puedes visitar la capilla del siglo XVI, donde se conservan los frescos del emperador Enrique II y su esposa, la bodega y el museo que cuenta la historia de la ciudad. En la planta baja está la imprenta y un restaurante donde puedes disfrutar de una cena romántica. Desde el patio del castillo también puedes disfrutar de una hermosa vista del lago y los picos circundantes.
El castillo de Bled está abierto todos los días con los siguientes horarios
La entrada cuesta 13,00 euros para los adultos, 8,50 euros para los estudiantes universitarios y 5,00 euros para los niños y jóvenes de hasta 14 años.
Es imposible irse de Bled sin haber probado su famoso Kremna Rezina, también conocido como pastel de nata de Bled . Este excelente pastel tiene como ingredientes principales el hojaldre y las natillas. Se dice que el milhojas de Bled lo inventó el cocinero Ištvan Lukačević, del Park Café, situado justo a orillas del lago.
El milhojas original de Bled también ha sido proclamado «plato de origen nacional» y, desde su creación en 1953, se han producido más de 15 millones de ellos.
A unos 4 km de Bled, puedes visitar el pintoresco desfiladero de Vintgar, situado en la misma entrada del Parque Nacional de Triglav. El desfiladero se formó por el flujo del río Radovna entre el monte Hom (834 metros) y el monte Boršt (931 metros).
Con una longitud de 1,6 kilómetros, el desfiladero se puede visitar por un sendero de madera que permite admirar cascadas y rápidos hasta la cascada de Šum, una de las tres cascadas fluviales de Eslovenia.
Dada su ubicación, es fácil llegar al lago Bled en coche o en transporte público. En coche, viniendo de Venecia, toma primero la A4 y luego la A1E61 hasta la salida Lesce-Bled. Hay que recordar que para viajar por las autopistas eslovenas hay que comprar una «viñeta».
También se puede llegar al lago Bled en autobús desde varias ciudades eslovenas. Alternativamente, si no encuentras un autobús directo, puedes llegar hasta Liubliana, desde donde hay autobuses regulares a Bled.
La ciudad no tiene estación de ferrocarril y las dos estaciones más cercanas son Lesce y Jezero Bled. Quienes deseen llegar a Bled en tren deben llegar primero a Liubliana y una vez allí cambiar de tren a Lesce o Jezero Bled. Alternativamente, desde Liubliana también puedes tomar uno de los autobuses que te llevarán al lago en aproximadamente una hora.
A pesar de su pequeño tamaño, la ciudad de Bled ofrece una amplia gama de alojamientos entre los que elegir. Desde hoteles de lujo a pequeños pero románticos B&B, desde albergues a gamping: Bled sabe cómo satisfacer las necesidades de los distintos tipos de viajeros.
También hay varios hoteles a lo largo de la orilla oriental del lago que cuentan con balnearios termales con agua de cuatro antiguas fuentes termales.
Según una antigua leyenda, la zona sobre la que ahora se levanta el lago Bled fue en su día un gran manto de hierba con un montículo en el centro. Esta zona era utilizada por las hadas para bailar, pero también por algunos pastores para apacentar sus rebaños. Para que el césped no desapareciera, las hadas pidieron a los pastores que cercaran una zona alrededor del montículo para poder seguir bailando sobre la hierba.
Los pastores, sin embargo, no escucharon su petición y, por desgracia, una noche una de las hadas tropezó y se hirió un pie durante una danza. Este incidente enfureció mucho a las hadas que, gracias a sus poderes, hicieron que los ríos y arroyos de la zona inundaran el valle, dejando sólo un montículo sobre el que las hadas podían bailar sin ser molestadas. Ésta sería, pues, la leyenda del nacimiento del hermoso lago Bled.
El lago de Bled está situado en el noroeste de Eslovenia, a unos 143 km de Trieste, 54 km de Liubliana y 195 km de Zagreb. Bled también está muy cerca de Austria, en concreto Villach está a sólo 50 km.
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