City Hotel Ljubljana
Fascinante y a veces romántico, Eslovenia es uno de esos países que cautiva a todos sus visitantes por su gran variedad de paisajes, sus maravillosos panoramas naturales y también por su patrimonio gastronómico y vinícola. Durante una estancia en Croacia o en un viaje por carretera a territorio croata, ¿por qué no incluir una parada en Eslovenia?
Desde los países de Europa Occidental, todos los que quieren llegar a Croacia en coche tienen que pasar por territorio esloveno, así que la sugerencia es introducir algunas paradas en Eslovenia para conocer también su belleza. El país es conocido internacionalmente como «destino verde», gracias a su hermoso patrimonio natural y a su compromiso con la conservación del patrimonio verde.
Lagos encantados, cascadas, cuevas kársticas y ciudades con historia antigua: Eslovenia es sin duda un destino que puede añadir experiencias nuevas y emocionantes a tu viaje. De hecho, este destino es capaz de satisfacer las necesidades de una gran variedad de visitantes gracias a su patrimonio histórico, rutas de senderismo y ciclismo de montaña, así como ciudades que albergan balnearios de primera categoría.
Eslovenia disfruta de un clima predominantemente continental, a excepción de las zonas costeras, de clima mediterráneo, y las cordilleras del norte, de clima alpino. En las zonas más interiores, el país tiene una estación invernal muy fría, con temperaturas que pueden descender bajo cero y nevadas, mientras que la estación estival tiene días cálidos y soleados que en julio y agosto pueden alcanzar los 30°.
La mejor época para visitar Eslovenia depende del tipo de vacaciones que quieras hacer, pero en general los meses de mayo, junio y septiembre son ideales. Durante estos meses las temperaturas te permiten estar al aire libre sin sufrir demasiado calor o frío, y es la mejor época no sólo para visitas culturales sino también para hacer senderismo.
En verano, este país se presenta como uno de los destinos perfectos para quienes disfrutan con los deportes al aire libre. Hay muchas rutas de senderismo y ciclismo, mientras que los entusiastas de los deportes acuáticos pueden disfrutar de diversas actividades como piragüismo, SUP o windsurf en los numerosos lagos. En cambio, si te gustan los paisajes nevados o los deportes de invierno, diciembre, enero y febrero son los meses adecuados para visitar Eslovenia, ya que el país alberga varias estaciones de esquí.
Deporte, naturaleza, historia y relax: Eslovenia puede ofrecer todo esto y más a sus visitantes. Un país pequeño en comparación con otros países europeos, pero que alberga bellos paisajes naturales, ciudades con historia antigua, castillos cargados de leyendas y cuevas kársticas. He aquí, pues, una guía de los lugares que no puedes perderte en un viaje a Eslovenia.
La capital de Eslovenia es una ciudad elegante, sofisticada y muy animada. El hermoso casco antiguo de Liubliana se puede recorrer fácilmente a pie y tendrás la oportunidad de admirar muchas de las obras creadas por el famoso arquitecto esloveno Jože Plečnik (1872-1957). Mientras exploras la ciudad, no pierdas la oportunidad de cruzar sus numerosos puentes (el Puente Triple, el Puente del Carnicero, el Puente del Zapatero) y de pasear junto al río, donde hay muchos bares, cafés y discotecas.
Tampoco puedes perderte una visita al mercado central para conocer los productos gastronómicos locales y observar destellos de la vida cotidiana de los lugareños. Por último, puedes admirar la ciudad desde lo alto visitando el Castillo de Liubliana, que alberga el Museo de Historia de Eslovenia y el Museo de Marionetas.
Lugar romántico y pintoresco, el lago Bled es sin duda uno de los destinos eslovenos más famosos del mundo. En el centro del lago hay una pequeña isla con una iglesia construida en el emplazamiento de un antiguo templo dedicado a Živa, la diosa pagana de la vida y la fertilidad. En el siglo VIII, el templo fue sustituido por una iglesia dedicada al nacimiento de la Virgen María. Además de alquilar un barco para llegar a la isla, aquí puedes practicar senderismo y ciclismo alrededor del lago y también visitar el Castillo de Bled, la fortaleza medieval que domina el lago desde lo alto.
A pocos kilómetros de la frontera italiana se encuentran las hermosas Cuevas de Postojna, una de las atracciones más visitadas de Eslovenia. Con una extensión de unos 21 km, las Cuevas de Postojna están formadas por galerías y cavernas ricas en estalagmitas y estalactitas que empezaron a formarse, gracias al flujo de agua que contenía carbonato cálcico, hace unos 500.000 años. La visita a las cuevas incluye un viaje en un pequeño tren y luego un paseo por un sendero de 1,5 km.
Las cuevas de Postojna se encuentran a pocos kilómetros del castillo de Predjama, una fortaleza asentada sobre una muralla vertical de 123 metros. En la parte trasera del castillo se encuentra la cueva más grande del mundo, que oculta una red de túneles secretos que utilizaba el caballero Erasmo de Predjama para escabullirse.
Ciudad con una historia verdaderamente antigua, Maribor es famosa por ser una de las estaciones de esquí más bellas de Eslovenia. El casco antiguo de la ciudad se puede descubrir a pie, ya que es verdaderamente a escala humana y en él se mezclan edificios medievales con palacios de estilo austrohúngaro y bonitas casas de colores. El símbolo de la ciudad es sin duda la Catedral de Maribor, que data del siglo XIII y ahora es una mezcla de diferentes estilos arquitectónicos que van del románico al moderno.
El barrio de Lent, donde antes estaba el puerto fluvial, es la parte más antigua de la ciudad y aquí se encuentra el barrio judío, con una de las sinagogas más antiguas de Europa. Maribor también es famosa porque la ciudad alberga una vid de 400 años que se cree que es la más antigua del mundo y por eso ha entrado en el Libro Guinness de los Récords.
Para quienes deseen pasar unos días junto al mar en Eslovenia, Piran es sin duda la mejor ciudad, no sólo por sus hermosas playas, sino también por su patrimonio histórico. Situada a una hora en coche de Trieste y a media hora de la ciudad croata de Umag, Piran es una antigua ciudad portuaria que aún conserva su estructura medieval y los restos de las murallas de la ciudad, que tenían nada menos que siete puertas. La puerta más bella es la Puerta de Delfín, que data del siglo XV y está adornada con una escultura de tres delfines. El corazón de la ciudad es la plaza Tartini, llamada así por el violinista Giuseppe Tartini, donde encontrarás el Palacio de Justicia, la iglesia de San Pedro, la Casa Veneciana, así como numerosos bares y restaurantes.
Considerada una de las ciudades más cosmopolitas y animadas de Eslovenia, Piran se desarrolló durante la dominación veneciana, como demuestra la Catedral de San Jorge, muy inspirada en la Basílica de San Marcos. No te pierdas una visita a Portorož, una aldea de este municipio que es famosa no sólo por sus hermosas playas, sino también por sus balnearios. De hecho, Portorož atrae a los visitantes gracias al poder curativo de sus aguas, que tienen una alta concentración de minerales.
Situada en Europa central y fronteriza con Italia, Austria, Croacia y Hungría, Eslovenia es fácilmente accesible desde varios puntos de Europa, gracias a sus excelentes conexiones por carretera y ferrocarril. Trieste y Venecia están respectivamente a 95 km y 250 km de la capital, Liubliana, y están bien comunicadas con Eslovenia, al igual que Zagreb (a 140 km) y Viena (a 380 km).
Si decides llegar a Eslovenia en coche, recuerda que necesitas una viñeta (o vignette). La viñeta se puede comprar en todas las gasolineras de Eslovenia y de los países vecinos, en algunas oficinas de correos y en algunos quioscos.
El principal aeropuerto internacional de Eslovenia es el aeropuerto Jože Pučnik de Liubliana, desde donde salen vuelos a muchas ciudades europeas. También puedes llegar a Eslovenia en avión a través del aeropuerto de Trieste. Una vez allí, puedes llegar a Eslovenia alquilando un coche o en transporte público. Otros aeropuertos que operan en Eslovenia son el de Maribor, el segundo del país, y el de Portorož, que presta servicio a la región de Istria.
También es posible llegar a Eslovenia desde muchas ciudades europeas mediante líneas de autobús. En concreto, la compañía Flixbus conecta Eslovenia con otras ciudades europeas, mientras que la compañía Nomago opera muchas de las conexiones dentro del país. Por último, otra forma de llegar a Eslovenia es en tren, ya que hay conexiones ferroviarias con Croacia, Italia, Austria, Hungría, Serbia, la República Checa, Alemania y Suiza. También es posible viajar en trenes nocturnos que disponen de coches cama.
El prefijo internacional de Eslovenia es +386, lo que significa que si quieres llamar a un número esloveno desde España, debes marcar 00386 antes del número con el que deseas contactar.
Si, por el contrario, quieres llamar a un número de España desde Eslovenia, tienes que anteponer el prefijo de país 0034 al número al que quieres llamar.
La bandera de Eslovenia se caracteriza por tres bandas horizontales iguales de color blanco, azul y rojo. Entre las bandas azul y blanca, en la parte superior izquierda, está el escudo nacional, que es un escudo azul con el monte Triglav, el pico más alto de Eslovenia, dibujado en blanco.
En el escudo, bajo la figura del monte, se ven dos líneas azules que representan los principales ríos eslovenos, mientras que sobre ellas hay tres estrellas doradas heredadas del escudo de la familia de Celie, que fue una importante familia eslovena en los siglos XIV y XV.
En mayo de 2004, Eslovenia se convirtió en miembro de la Unión Europea y desde el 1 de enero de 2007 la moneda nacional es el euro, que sustituyó al tólar esloveno adoptado en 1991 tras la independencia.
Eslovenia es un país de Europa Central y Oriental que limita al norte con Austria, al este con Hungría y Croacia, al sur con Croacia, al oeste con Italia y al suroeste con el mar Adriático.
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