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Desde Dubrovnik: Mostar y Medjugorje Tour de día completo
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Medjugorie representa para Bosnia-Herzegovina lo que Fátima para Portugal y Lourdes para Francia. Esta pequeña localidad, no lejos de la frontera con Croacia, habría permanecido desconocida para el mundo entero de no ser por un eapartamentodio ocurrido en 1981, cuando seis niños de la localidad afirmaron haber visto una aparición de la Santísima Virgen María, que se les presentó como la Reina de la Paz, y haber recibido de ella un mensaje de amor y esperanza.
Las apariciones se sucedieron durante días y, caso único en las apariciones marianas, continuaron durante 30 años sin interrupción: comenzaron en una colina a pocos kilómetros del centro de la ciudad, luego se trasladaron a las casas de los videntes y a la casa parroquial y continúan hasta hoy.
Ya en 1984, Medjugorje se convirtió en lugar de peregrinación. El asunto creó agitación política en los primeros años -al régimen comunista le molestaba el clamor y el énfasis religioso provocados por el asunto-, pero en términos económicos fue una verdadera bendición…. ¡hay que decirlo!
La maquinaria organizativa se puso pronto en marcha y Medjugorje pasó de ser una tranquila ciudad «entre montañas» (éste es el significado del nombre en croata) a un destino turístico de atractivo internacional, con el corolario habitual de curaciones milagrosas (reales o supuestas), pensiones para peregrinos, tiendas de recuerdos, visitas organizadas y menús preparados.
Oficialmente, las apariciones de Medjugorje aún no han sido aprobadas por el Vaticano, pero esto no ha impedido que una ciudad de sólo 4000 habitantes se haya convertido en la atracción turística más famosa de Bosnia-Herzegovina después de Sarajevo y el puente de Mostar.
Es un lugar de peregrinación que mezcla una fe religiosa sincera y una especie de folclore kitsch, donde en el transcurso de un mismo día se pueden experimentar momentos de conmovedora espiritualidad, presenciar escenas de trance y/o histeria colectiva, comprar recuerdos de dudoso gusto y labrarse un rincón de paz en lo alto de una colina sagrada.
Para los no creyentes que han venido hasta aquí sólo para echar un vistazo, de una a dos horas es tiempo más que suficiente para visitar las atracciones relacionadas con el culto a Nuestra Señora de Medjugorie. Los fieles, por su parte, deberían disponer de más tiempo para asistir a las celebraciones y reuniones religiosas y para rezar en soledad.
Sólo una recomendación: las grandes concentraciones de Medjugorie atraen no sólo a almas piadosas movidas por la devoción y la caridad, sino también a individuos turbios que se aprovechan de las multitudes para robar carteras, así que, cuando levantes los ojos al cielo, ¡recuerda llevar una mano en el bolsillo!
Los nombres de los seis niños a los que la Reina de la Paz se apareció en visión, a veces llamados «los videntes» de Medjugorje, son: Marija Pavlovic Lunetti, Mirijana Dragicevic Soldo, Ivanka Ivankovic Elez, Vicka (Vida) Ivankovic, Ivan Dragicevic, Jakov Colo.
En el momento de su primera aparición tenían entre 10 y 16 años. Hoy viven dispersos entre Bosnia-Herzegovina, Italia y Estados Unidos; ninguno de ellos ha hecho los votos, casi todos están casados y tienen hijos.
La ciudad de Medjugorje en sí es insignificante: las tres únicas atracciones de la ciudad son los lugares de culto relacionados con las apariciones de la Reina de la Paz.
La Iglesia de Santiago es el epicentro de los servicios religiosos de Medjugorje y el punto de partida ideal para visitar los lugares de culto. Se llega fácilmente a ella desde el centro de la ciudad caminando por la calle principal.
Construida en 1969, es una iglesia un tanto anónima y moderna, sin decoración en la fachada, que nunca habría llamado tanto la atención si no fuera por su significado simbólico. Sólo los dos altos campanarios con reloj le dan un aire de grandeza.
Hay que decir que es una iglesia funcional, muy adecuada para recibir diariamente a un gran número de fieles que quieren confesarse o asistir a celebraciones religiosas. Tiene un estadio al aire libre con 5.000 asientos que se utiliza para celebraciones religiosas en los meses de verano.
De la iglesia parte un camino decorado a los lados con mosaicos que representan los Misterios Luminosos y que conduce a una imponente estatua de bronce de 5 metros de altura que representa a Cristo crucificado sin cruz. Se trata del Salvador Resucitado de Ajdo Ajdic, realizado en 1998.
La Colina de las Apariciones (Podbrdo) es exactamente lo que su nombre indica, es decir, la colina situada a unos 2 km del centro de la ciudad donde la Virgen de Medjugorje se apareció por primera vez a los jóvenes videntes.
Una estatua blanca de la Virgen marca el lugar exacto de las apariciones de 1981. Se puede llegar a ella en sólo 20 minutos desde el aparcamiento si te limitas a caminar, pero si quieres tiempo para la contemplación y la oración calcula al menos una hora.
El camino que conduce directamente a la estatua está marcado por esculturas que representan los Misterios Gozosos del Santo Rosario; puedes continuar por un bucle con los Misterios Dolorosos que conducen a la cima de la colina.
El ascenso se realiza por un sendero de rocas angulosas: a pesar del terreno, que no es nada fácil, los creyentes más fervientes lo abordan descalzos para realizar un acto de penitencia. No es necesario ir descalzo, pero hay que tener cierto cuidado, ya que las rocas pueden ser resbaladizas (sobre todo después de llover).
La otra colina de Medjugorje que se ha convertido en un popular lugar de culto es el Monte de la Cruz (Križevac o Monte Šipovac), de 520 metros de altura.
La gigantesca cruz de su cima, de 8,5 m de altura y 3 m de anchura, fue erigida en 1933 para conmemorar el 1900 aniversario de la crucifixión de Cristo: la montaña se convirtió así en lugar de devoción unos 50 años antes de las apariciones que hicieron mundialmente famoso a Medjugorje. El palo de la cruz contiene reliquias de Cristo recibidas de Roma.
La subida a la cima del Monte de la Cruz es mucho más agotadora que la del Monte de las Apariciones; sin embargo, es más sombreada. Al llegar, serás recompensado con un espléndido panorama: en un día claro, la vista puede llegar hasta la ciudad croata de Vrgorac.
El camino es un vía crucis con 14 estaciones de la cruz más una 15ª en la cima que representa la resurrección.
Si has venido a Medjugorje movido más por la curiosidad que por la fe y no deseas detenerte en las celebraciones religiosas, puedes aprovechar que vienes para echar un vistazo a las demás atracciones de la zona.
A sólo 16 km de los lugares de culto de Medjugorje están las cascadas de Kravice, un lugar fresco y relajante que recuerda en cierto modo a las famosas cascadas de Plitvice en Croacia, aunque en un formato más pequeño.
También fácilmente accesible desde Medjugorje está Mostar, la capital de Herzegovina, donde podrás admirar el famoso puente de piedra sobre el río Neretva construido por el otomano Solimán el Magnífico en el siglo XVI. Destruido durante los enfrentamientos interétnicos de la guerra de la antigua Yugoslavia, se convirtió en su triste símbolo. Su perfecta reconstrucción tiene el valor de un monumento a la vida renacida.
Entre Medjugorje y Mostar, puedes detenerte en Blagaj, un pintoresco pueblo famoso por su monasterio derviche de Tekija.
Un día típico para un turista religioso en Medjugorje incluye la Eucaristía (se celebra en varios idiomas, incluido el español, a horas diferentes según el idioma), una visita a una o a las dos colinas santas y la reunión colectiva nocturna de peregrinos.
También hay reuniones temáticas semanales, incluida una oración colectiva en el Monte de las Apariciones, y reuniones anuales sobre festividades religiosas.
Los no creyentes que vienen a Medjugorje por curiosidad pueden visitar los tres lugares de culto en medio día y luego desplazarse a Kravice, Mostar u otras atracciones cercanas.
Por la noche, hay poco que hacer en Medjugorje, aparte de cenar.
Cualquiera diría que en Medjugorje hay más alojamientos para turistas que casas. Esta pequeña ciudad está equipada para recibir continuamente a un número muy elevado de visitantes: el número total de camas es realmente impresionante, más de 17 mil repartidas entre hoteles económicos, pensiones, apartamentos, hoteles de 3 estrellas e incluso un par de hoteles de lujo.
Todas las instalaciones están situadas en el centro o en un radio de pocos kilómetros.
Si ya estás en Croacia, y en particular si te encuentras en un lugar de la costa sur, llegar a Medjugorje en coche es muy fácil: puedes tomar la E65 desde Split o la D8 desde Dubrovnik y llegar a tu destino en menos de dos horas en la primera y unas dos horas y media en la segunda.
No hay aeropuertos en Medjugorje: el aeropuerto más cercano, al que también llegan vuelos de bajo coste, es el de Dubrovnik.
Otra posibilidad es participar en una excursión de un día desde Dubrovnik o Split o unirte a uno de los muchos viajes en grupo organizados por agencias especializadas en turismo religioso.
¿Qué tiempo hace en Medjugorje? A continuación se muestran las temperaturas y previsiones meteorológicas en Medjugorje durante los próximos días.
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